En Proyecto Hombre atendemos anualmente a más de 18.000 personas con problemas de adicción. De estas, sólo el 15% son mujeres. Este dato es el reflejo de varias causas:
- Un mayor estigma sobre las mujeres con problemas de adicción provoca que les cueste más tiempo solicitar ayuda. Por ello, cuando llegan a tratamiento, suelen hacerlo con un mayor deterioro de salud.
- Las mujeres tienen mayores cargas familiares que los hombres: un 13% de mujeres tienen hijos a cargo frente al 1% de hombres.
- En el ámbito de la salud mental también presentan más problemas, siendo mayor la prevalencia entre las mujeres (media de entre 10 y 15 puntos), que manifiestan haber sufrido algunos problemas psicológicos o emocionales, a excepción de las conductas violentas y las alucinaciones, donde los hombres puntúan más alto.
Las mujeres presentan porcentualmente una mayor incidencia de problemas emocionales y psicológicos (70,9% mujeres; 47,8% hombres), depresión severa (69,5% mujeres; 52,1% hombres), ideación suicida severa (53,8% mujeres; 31,7% hombres) e intentos de suicidio (36,7% mujeres; 20,4% hombres).
Más prevención y mayor implicación de la sociedad
Las mujeres que acuden a tratamiento consumen más alcohol que los hombres. Para casi el 28% de las mujeres en Proyecto Hombre es la principal sustancia de consumo, por encima del 15% de los hombres. “Esto también se refleja en las adolescentes, que están cambiando los patrones de consumo. Hay mucho más abuso de alcohol, tabaco, y están visibilizando nuevas formas de consumir”, apunta Pedro Pedrero, director de Proyecto Hombre.
Por ello, Pedrero explica que “para prevenir las adicciones en mujeres es necesario incrementar la prevención. También hay que reforzar el trabajo desde la sociedad: los micro machismos, el respeto a la libertad femenina, su vulnerabilidad, etc”.
“Además, es importante que los programas de rehabilitación cuenten con una perspectiva de género que se aplique de manera transversal”, señala. Los Centros de Proyecto Hombre imparten talleres de género, para hombres y mujeres. “En ellos, mujeres y hombres aprenden a mirarse de nuevo y a sacudirse, unas y otros, mandatos e imposiciones, a vencer barreras y estereotipos, a reconocerse diferentes pero iguales, a comprometerse en las construcciones de nuevos modelos sociales”, añade la directora general de Proyecto Hombre.
Algunos de los Centros de Proyecto Hombre cuentan con instalaciones adecuadas para que las mujeres con hijos a cargo acudan con ellos a realizar el tratamiento. “Por ello, desde Proyecto Hombre animamos a todas esas mujeres que necesitan ayuda a que la pidan, ya que pueden encontrar una solución”, concluye Pedro Pedrero.